En una mudanza se pueden producir accidentes y dañar objetos que, debido a su fragilidad, requieren de un embalaje especial. Para evitar esto, vamos a explicar de manera detallada cómo debes proceder. Sigue nuestros consejos, que te ayudarán a evitar numerosos contratiempos.

Claves para un correcto embalaje de objetos frágiles

Para un embalaje correcto, es necesario que antes identifiquemos el material con el que están hechos los objetos. Asimismo, el papel burbuja es el mejor material para la protección de las porcelanas, las frutas y los frágiles de cristal. Por su parte, el papel film es ideal para embalar muebles de madera.

El papel para embalaje es el más resistente y se emplea normalmente para proteger piezas de gran tamaño o peso y objetos que requieren de una distribución especial.

Debes tener en cuenta, de igual manera, que el cartón es la mejor opción para embalar los electrodomésticos, ya que también se emplea para los envíos por correo.

Si estás embalando una mesa de centro de cristal, por ejemplo, deberás utilizar cartón, ya que protege lo suficiente y es ligero. Es importante que el cartón no esté doblado, debido a que se podría rasgar el cristal.

Para el embalaje de libros, tendemos a utilizar cualquier caja de cartón que nos encontremos, pero lo más recomendable es hacer una especie de estante de varios niveles.

El empaquetado de los enseres de vajilla, por ejemplo, requiere de mucho cuidado. Una buena forma de protegerla es disponiendo las piezas una encima de la otra. Si se dispone en el fondo y en los laterales, el peso quedará repartido y no se tendría por qué romper ninguna de ellas.

Por lo tanto, el primer paso para un embalaje adecuado es tener en cuenta las características particulares de los objetos. Dependiendo de lo que vayas a embalar, tendrás que tomar determinadas precauciones.

Proteger con cinta adhesiva para indicar que se trata de un objeto frágil

Luego, deberás elegir una de las técnicas que mencionamos anteriormente y, si es necesario, embalar los objetos con cinta adhesiva, poniendo mucho cuidado a no aplicarle demasiada fuerza. También puedes protegerlos con franela, cinta aislante o hilo.

Si quieres añadir una protección extra, tienes la posibilidad de recurrir a las bolsas de plástico, pero has de tener en cuenta que, si estás embalando porcelanas, por ejemplo, no podrás aplicarle ningún adhesivo, ya que se podría rayar la superficie.

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